La aventura en Marruecos

En este post contare mi viaje por Marruecos, de las mejores oportunidades que he tenido. El haber podido conocer de cerca la cultura Árabe, de alguna manera te una visión diferente de las cosas y nos recuerda que hay mucho mas del otro lado del mundo. 

Iniciamos nuestro viaje desde Madrid; muy temprano, para llegar al Aeropuerto de Marrakech - 

Ménara donde nos reunimos con los guías y otro grupo de personas para partir a nuestra aventura de 5 días este increíble país.

Kasbah Ait Ben Haddou

La fecha en la que fuimos coincidió con el Ramadán, que se celebra el noveno mes del calendario Musulmán. Durante este mes, practican un ayuno en el que por su fe y creencias, no pueden comer, beber ni tener relaciones sexuales durante las horas del sol. Es decir, solo pueden hacerlo antes del amanecer o justo después del atardecer. 

Comenzamos nuestro viaje desde Marrakech hacia las Montañas del Atlas, y así iniciar nuestro largo camino hacia el Sahara. La primera parada que hicimos fue en la KASBAH AIT BEN HADDOU, un pequeño poblado muy tradicional construido en arcilla y piedra. Sin duda una parada obligada para los turistas. 

Las Kasbahs fueron pueblos tradicionalmente de Bereberes, diseñados principalmente para defender las casas y sus cosechas. La Kasbah Ait Ben Haddou, es considerada como patrimonio de la humanidad por la UNESCO. 

La puerta del Desierto

La primera noche dormimos en las Gargantes del Dades, en un hostal muy tradicional.

Al día siguiente, continuamos con nuestro viaje, haciendo diferentes paradas en restaurantes típicos y algunos sitios turísticos. 

Finalmente a eso de las 5.00 p.m (Hora local) llegamos al Sahara donde pasaríamos la noche en una Jaima en la mitad del desierto. 

Dejamos nuestras cosas en un hotel en la entrada del desierto, y solo llevamos lo necesario para pasar la noche y agua congelada. 

El recorrido de aproximadamente una hora y media desde el hotel hasta el lugar donde pasaríamos la noche lo hicimos en Dromedario, disfrutando a lo largo del camino de la maravillosa puesta del sol. 

Finalmente llegamos a las Jaimas, donde nos recibieron los Bereberes con música y comida típica. El cielo mas estrellado que haya visto jamas, disfrutando de la comida marroquí. Sin duda de las mejores experiencias de mi vida.

  

A las 4 a.m aproximadamente nos despertaron, para iniciar nuestro camino de regreso al hotel en el que habíamos dejado las cosas. Esto con la idea de poder contemplar el impresionante amanecer. 

Hicimos paradas para tomar fotos, descansar un poco y aprovechamos e hicimos Sandboard. 

Eran como las 9.00 a.m y el calor comenzaba a sentirse en el largo camino de vuelta en los dromedarios. En el hotel nos recibieron con el típico desayuno marroquí, luego pudimos darnos un baño en la piscina del hotel para refrescarnos un poco. Recogimos nuestras cosas, nos cambiamos e iniciamos el largo camino de regreso a Marrakech, una ciudad totalmente única y diferente que les contare con detalle en el próximo post.